#Madre #MadresHijos #Envenenamiento

Madre cojeaba desde una paliza brutal.
Madre era menuda, trabajadora, la luz del hogar. Era
inteligente, amable, bella por fuera y sobre todo por dentro. Pero
desde que aquel pedazo de carne, se había empezado a meter
conmigo… se fue envenenando.
Su delantal guardaba en los bolsillos, el rencor de sus
manos junto a una pequeña criatura metálica. La hiel agriaba su
pecho, ahora nido de venganza. El odio había cristalizado en sus
pupilas, empañando su mirada.
Aquella noche, llegó avieso. Entró en mi dormitorio y me
destapó. Rodeé rápido para guardarme debajo de la cama.
De pronto se hizo el silencio, se masticaba una calma que
depuraba todos los días venenosos que nos había regalado.
Luego el ruido contra el suelo. Vi sus ojos abiertos enquistándose
en mí. Madre se agachó, cubrió el cadáver con el delantal.